La PUCP acaba de anunciar nuevos doctorados, aquí, donde se incluye el anuncio de un doctorado en economía. Allí se justifica la creación de este doctorado con el siguiente argumento:
El país cuenta también con centenares de profesionales que han obtenido sus maestrías en universidades con un gran nivel de exigencia académica. Muchos de esos académicos trabajan con éxito en el propio Departamento de Economía y en otras universidades y empresas públicas y privadas del país. Lo anterior asegura un conjunto suficiente de doctorandos para iniciar el programa de Doctorado en Economía en la PUCP.
Los destinatarios de este doctorado quedan meridianamente claros. Más aún:
El programa de Doctorado en Economía de la PUCP cubre una amplia gama de aspectos teóricos y empíricos pero la mayor concentración de aplicaciones de sus profesores-investigadores se realiza en los campos de la economía de las políticas económicas y de las políticas sociales.
. Los requisitos para la admisión son estos, donde se incluye:
Presentar un proyecto de tesis doctoral y el compromiso por escrito de un director de tesis en la PUCP y de un codirector de otra universidad en el país o en el exterior.
Los docentes de este doctorado son los 13 doctores del departamento de economía.
La estrategia de la PUCP, también en economía, es otorgarle doctorados a sus profesores que no lo tienen. Al parecer en algunos casos, simplemente concedieron doctorados a algunos “por su trayectoria”, aquí, incluso sin existir un programa de doctorado. Las demandas educativas son ahora mayores que antes, las instituciones necesitan “acreditarse” y mostrar una planta docente doctorada. Hay más competencia. El tema es cómo se lo hace y qué objetivos educativos se espera lograr.
Para decirlo claro, el doctorado de la PUCP en economía está evidentemente pensado para que los profesores de la PUCP, algunos de ellos profesores principales, que no son doctores y que ya no van a salir al extranjero a estudiar, consigan el cartón. Será la necesidad de acreditarse, tal vez acceder a las primas por ser doctor en vida activa y para la jubilación (pues en la PUCP al parecer para algunos hay una “cédula viva” según la cual la pensión se basa en el último sueldo), tal vez de equipararse a los casos en que la PUCP ya concedió el doctorado. Es como una “amnistía académica” a quienes no tienen los certificados usualmente indispensables para llegar a donde ya llegaron….
Es una pésima señal la que se da con este tipo de programas, comenzando por los propios profesores de la PUCP que salieron a estudiar y se quemaron las pestañas por lograr el nivel que ahora tienen. Ahora son ellos los que “tienen que aprender a compartir” con sus colegas y trabajar con ellos para que aquellos se doctoren. Así no es la cosa.
Claro, depende de con qué segmento se quiere competir y qué señal se quiere dar a los estudiantes. Si se piensa como criticara el tango “Cambalache”, que “todo es igual y nada es mejor” (algo aquí), pues cartón es cartón. La PUCP concede el doctorado y punto. El que puede, puede. Ya se han hecho críticas al nepotismo, la arbitrariedad, el favoritismo (o lo que es lo mismo, la discriminación: favoritismo para unos es discriminación para otros), y no ha pasado nada. Que alguien diga algo sobre el programa de autodoctorado será igualmente ignorable.
Esta tendencia es lamentable pues si algo ocurre en los países vecinos es que hay una política de formación de su gente en las instituciones del más alto nivel que ¿alguien lo duda? están en EEUU, Canadá, Inglaterra, Francia, España. El Banco de la República de Colombia, a diferencia del Banco Central de Reserva nuestro, otorga becas para estudiar el doctorado en el extranjero no sólo para su personal (becas internas), sino para quienes no lo son (becas externas), ver todos los detalles aquí. Algo parecido ocurre en Chile, México, Brasil. El talento peruano no es menor como para no plantearse la capacitación al más alto nivel.
Con el surgimiento de la universidad-empresa durante Fujimori aparecieron diversas instituciones educativas que otorgaban masivamente el doctorado en diversas áreas. ¿Para qué salir a estudiar fuera si hay doctorados locales? Más aún, si se es una institución educativa, ¿por qué no dar doctorados locales que compitan con otros doctorados locales? El mercado de maestrías en economía, por ejemplo, ya tiene a diversas instituciones ofertantes, verlo aquí. El siguiente paso a estas maestrías de consumo interno, podría ser el doctorado de consumo interno, no transable. Total, en el Perú el mercado académico es el jefe del departamento de economía, cual en Francia el estado era Luix XIV.
En cambio, entrarle a hacer las cosas bien y que el talento peruano se aproveche en instituciones de frontera es más complicado. Toma tiempo, mucho esfuerzo y muchas generaciones que se plantean un salto académico. Para ello los doctorado patito (como dirían los mexicanos, aquí) o los “doctorados amnistía” (o prebenda) no son el camino.
Actualización: Stanislao Maldonado ha escrito un interesante post sobre este tema: Los doctorados de economía en el Perú. Con su debate más.
